OK, lo admito. Nunca me ha gustado mi sonrisa. No me gusta cómo me veo sonriendo.
Pero sinceramente, es una excelente costumbre hacerlo.
Sonreírle a la vida es sano para el alma, para la actitud y la energía. Y uno nunca sabe, en una de ésas, la vida puede empezar a sonreírte de regreso.
Nope, no es una etapa fugaz de optimismo. Simplemente me parece que lo mejor es no dejar de pensar positivamente, vibrando de una manera más luminosa y en paz con el universo.
Ha sido un buen mes. Desde los pequeños milagros, las estrellas eternas, la salud recobrada, las amistades mandadas del cielo y las alas llenas de posibilidades.
Aún hay mucho por hacer y nadie conoce lo que la vida tiene preparado. Pero siempre es lindo pensar que será algo bueno para todos.
Así que ayúdenme a seguir con esta sonrisa en el rostro y permítanme regalarles una, de lo más profundo del corazón.
Y hablando de cosas buenas, déjenme compartirles este pequeño logro que me llenó de mucho orgullo; tengo el presentimiento de que una buena racha está comenzando. Un viernes precioso sin duda… y no fue por esto :)
¡Un abrazo a todos!
01 septiembre 2009
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