Ya llovió

Y después de tanto rollo, la semana pasada resultó ser bastante productiva; al menos todo va fluyendo y las cosas van saliendo bien. Ahora sólo espero que las letras fluyan tanto como la vida; ya les iré contando avances, chismes y otras calamidades.

Sólo quiero compartirles un trauma breve.

Pues resulta que el sábado pasado me lancé a una boda (todo arregladito yo), pues se casó la hermana de uno de mis mejores amigos.

Linda recepción, muy buena cena, una decente borrachera con mi cuate (con todo y chilaquiles incluidos) y todas esas cosas que pasan en una boda, pero el asunto no es ése; el motivo del trauma fue al momento que los novios se pararon a bailar, ya saben, aquello de su primer baile como esposos.

Todo pintaba normal ¿no? Un novio, una novia, una pista de baile y el tipo-animador-nosequé que invita a la pareja de recién casados a que pasen al frente. Inserte aquí invitados que aplauden, chicas conmovidas y demás elementos “bodisísticos”. Cuando de pronto, que empieza la canción seleccionada por los desposados.

“Truly, madly, deeply” de Savage Garden.

O_O

No, no pienso hacer un juicio valorativo de sus gustos musicales, rollos de cada quien; más bien el azote fue por aquello de:

¿Te cae que esta rola ya entra en la categoría “waltz de esposos”? ¿Ya pasaron tantos años? ¿¿¿Te cae que ya estamos tan rucos???

Igual y no es pa’ tanto, pero creo que aquellos de mi generación comprenderán el motivo del azote. Chale, de verdad que la vida se va volando u_u

Bueno, pues me voy; ya nos iremos leyendo otro día con más calmita. Espero que el inicio de semana los vaya tratando bien y que nos leamos pronto. ¡Ah! Y no olviden que hoy es Lunes de Shine, así que no dejen de checarlo.

Saludos lunáticos.