Mar-Test Dummy

Estaba yo por ahí de las 3 de la tarde en la salita de esperas de un prestigiado Centro Médico radiológico de esta hermosa Ciudad de México. Muy sentadito, tenía entre mis manos varias piezas gráficas montadas en sus respectivos foamboards y un coqueto fólder rojo con el logo de la empresa resguardando fieramente mis Story Lines.

Uno podría pensar que estaba a punto de presentarle una Campaña al Hospital, digo, no sería la primera vez que algo así. Pero no, desafortunadamente no fue el caso; estaba ahí como un paciente más o debo corregir que, gracias al amor de mis amores, como un paciente VIP.

La cosa estuvo así, pa’ no hacerles el cuento largo.

Érase una vez que se era en el lejano Reino de Santa Fe, un joven y valiente Creativo que se dirigía con su Jefa y el Jefe de su Jefa, a presentar un mágico proyecto con un molesto pero necesario cliente. Andaban pues nuestros aventureros cruzando por los senderos del Bosque (de las Lomas), cuando por una triste jugarreta del destino, un enorme carruaje de acero se apareció de pronto frente a nuestros héroes y...

¡MOCOS! Que nos hacemos pomada.

Pues eso, todos bien excepto por el pobre vehículo. Yo ando con un esguince en el cuello y una contractura en la espalda lo que nos da como resultado un molestísimo collarín (el cual pienso dejar de usar pronto) y un empastillamiento tal, que ando en un viaje de lo más divertido.

Nada, sólo quería pasarles el reporte para que me apapachen mucho. Mi vida, mil gracias por estar ahí y por ser mi más grande y hermoso ángel de la guarda.

¡Ah! Casi se me olvida el final de nuestra historia.

Y maltrecho como estaba, nuestro valiente Creativo tomó sus armas, a su Jefa, un caballo verde de uso público y de dirigió decidido a presentar su Campaña, antes de ir al Sanatorio, mientras le pintaban un dedo al destino.

Me cae que sí fue martes 13, me cae.