Bad

Miércoles, ya media semana.

Claro, la faena ha estado pesada, no lo voy a negar; mucho trabajo, estrés, presión y por supuesto, adaptarse a las nuevas cuentas, nuevos clientes y nuevas dinámicas laborales.

Después de pensarlo mucho, me doy cuenta que no he pasado por aquí, porque han habido pocas ganas de hacerlo, muy. Aquí entra el clásico “no es que no te quiera”, de verdad que extraño mucho escribir unas cuantas líneas, compartir alguna nerdada o nota curiosa, vaya, a veces tan sólo extraño el hablar por hablar.

Pero por alguna razón, no he tenido ánimo.

A lo mejor es el cansancio acumulado, neta que ya necesito unas vacaciones, o quizá es que mi estado anímico no ha sido precisamente el mejor en estas últimas semanas. Chance es el frío, el que no he podido sumergirme en el agua tanto como quisiera o simplemente, no tengo nada interesante qué decir. Eso siempre es probable.

O tal vez, simplemente no quiero entrar en la dinámica de tirarme al suelo, hacer drama, quejarme o decir cosas que estoy sintiendo en este momento que prefiero entender y controlar antes que dejar que se me escapen a manera de diarrea verbal. O escrita, en este caso.

Trato de mantenerme Zen, alejarme de viejos vicios conductuales y no mandar más de una cosa al demonio. No, no siempre es fácil, pero creo que era necesario decirlo.

Eso sí, afortunadamente aún hay cosas buenas en el tablero de juego que prometen irse poniendo mejor. Espero poder compartirles pronto y sacudir este momento de inercia.

Así que, cambiemos de tema y dejémonos de cosas nebulosas. ¿Ustedes qué me cuentan?

























PD: Sí. Black Adam rulea.