De pronto me abstraigo, me pierdo en el enorme laberinto de mis fantasías, de mis historias.
Y es casi hacer una travesura, escaparme como cuando estaba en la escuela. Abrir el cuaderno y dibujar en lugar de tomar apuntes.
Me encuentro respirando frente a un escritorio mientras mis pensamientos están volando alrededor del mundo.
Y me veo rodeado de luz verde, cazando en la carretera, recolectando leyendas, atravesando espejos... Cualquier lugar en el que pueda enlazar letras y cantar historias frente a una hoguera imaginaria.
Suspirar con cada teclazo, sonreír con cada párrafo engarzado.
En fin, tenía ganas de robarle la virginidad a esta hoja en blanco. No tengo mucho más que decir por hoy.
A menos, claro... que quieras que te cuente una historia :)
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3 comentarios:
siempre quiero que me cuentes una historia
cuentanos lo q quieras, siempre tienes algo interesante q decir!
me encanta q hayas regresado :)
Gracias Patricia. Y siempre es un gusto contártelas.
Y Anónimo, no sé quién seas, pero me agrada mucho el comentario :)
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