Fue una manera dura de comenzar la semana. Pero ahora que lo pienso, los inicios dolorosos se me han dado mucho este año.
No, no fue el modo que me hubiera gustado pero para ser completamente francos, creo que "lo que me hubiera gustado" tampoco es algo que venga mucho al caso en este momento y más en particular hablando de este tema.
Sin embargo, era necesario.
Un adiós prolongado para terminar los lutos como se debe. Cerrar ventanas, ir demoliendo aquellos puentes que se construyeron con palabras. Benedetti inspirador pero equivocado, porque en este caso no fueron indestructibles.
Me quedo el recuerdo, el agradecimiento y una caja de madera imaginaria llena de muchas cosas que vivirán en un bosque escondido. Pero también me quedo conmigo... porque a diferencia de ella, hoy yo me elijo a mí.
Ritos, pasos dolorosos, lágrimas sugeridas. Pero al final, también lleno de la fe en mí y sabiendo que mis alas se están abriendo de nuevo.
Ayer en el ayer se queda.
Ocupémonos de hoy.
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6 comentarios:
Presenciando la reencarnación de mi dragón favorito!
Te quiero.
Urge leer algo nuevo.
ke se valla mejor asi k con un mostro al lado
Ardilla: Gracias por las porras y los besos!!
Anónimo, aunque me suenan conocidas las palabras jeje: No eran monstruos. Eso jamás lo veré así. Simplemente, hoy es otro día y otra página. Saludos!
también me elijo a mí, pero es muy muy difícil no querer poner cadenas y candados a las puertas y ventanas... cuando un "amor" se fuja y escapa de uno, es verdad que quedan los recuerdos pero ellos no te acarician ni toman fuerte entre los brazos ni te besan para regalarte vida!!!
Por eso justamente, hay que aprender a decir adiós.
Y regalarse a sí mismo la posibilidad de seguir adelante.
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