Ya vamos a la mitad del cuarto mes del año y yo sigo sin
arrancar algunos planes que entraban en la categoría de “propósitos de año
nuevo”.
La vida se está pasando muy rápido y la desidia se sigue
presentando en muchos sabores y
colores. Pero debo admitir que con todo
y todo he ido avanzando en este complicado proceso de regularizarme con el
mundo y conmigo mismo.
Me gusta ir llenando la lista de “palomitas”.
Ya sé que este texto no tiene forma y que no dice nada
interesante, pero me pareció tan buen pretexto como cualquier otro para
escribir un poquito por aquí. La verdad siempre se extraña.
En fin, mis silenciosos amigos imaginarios, espero que la
vida siga despertando y que encuentre la fuerza para dejar de dejar para mañana
lo que quiero hacer hoy.
Y no, no usaré la palabra “procrastinar” y no porque esté
mal, sino porque parece que todo el mundo la aprendió en el último año y ahora
la usan como moneda de cambio y bajo la menor provocación.
En serio que a veces me hartan más las redes sociales de lo
que me gustaría admitir. Pfff…
Anyway… pórtense, compórtense y que la semana esté
fenomenal.
Bonito lunes para todos.
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