07 febrero 2006

El color de mi armadura.

Impávido espero envuelto en sombras,
en la fría nada,
mi cabeza se revuelve estrepitosa
con el eco de los sentidos
y el dolor de la incertidumbre.

Mis dientes rechinan,
mis puños se tragan a sí mismos.

De nuevo el latido oscuro
golpeteando dentro de mi pecho,
y la posibilidad de ser de nuevo el ayer
me oprime el sentimiento.

Mis ojos embravecidos por la sangre
mi rabia contenida por milenios,
una cólera creciente que amenaza
con devorar lo sagrado y los recuerdos.

Y en la soledad del silencio, la eterna disyuntiva,
entre ser bueno siendo bueno... o explorar todo lo contrario.

8 comentarios:

Pech dijo...

Como siempre. unhonor ller esto que escribes

cuidate mucho y nos estamos viendo

Selara Majere dijo...

teninedo en cuenta cuanto añoro mi oscuridad mejor no te ayudo en la elección.

Leydhen dijo...

Niño...me estas preocupando O_o

Korkuss dijo...

No Pech, el honor es mío y siempre lo será.

Peligroso no-consejo Sel.

No te preocupes Leyd, estoy bien, sólo lidiando con mi mente, que nunca es fácil.

Gracias Skeletona, es un placer estar en tus links, y tu otro blog? Ya no juega?? Besos grandes y nocturnos

Leydhen dijo...

Gatito... ya sabes donde tienes un oido atento, verdad???

Si necesitas aliento y ánimo en esa lucha ya sabes dónde estoy.

Un bespo muy grande y un abrazo. Te quiero

Korkuss dijo...

*Meeeow*

Pech dijo...

gato???
Dónde???
extraño a mis bobitos!!!

Korkuss dijo...

=^_^=