Nope, no puedo decir el trilladísimo "parece que fue ayer", pero sin problemas podrían parecer sólo un par de años y no los 14 que tengo de conocer a mi querido Pablito.
Recuerdo perfectamente la primera vez que lo vi en el pasillo de la Universidad. Iba en compañía de su hermano (otro gran amigo mío) cuando me los topé de frente.
El buen Pablo me saludo con esa característica alegría suya, pero más me tardé yo en decir "mucho gusto" que él en desviar la mirada hacia mi chamarra de mezclilla. Ajá, eran los 90 todavía.
Y no es que mi chamarra estuviera increíble, sino que traía un pin especial de Star Wars en el pecho. Conmemorativo del reestreno del 97, por si se lo preguntaban.
"¿No lo vendes?" me preguntó con una auténtica cara de asombro.
Y no se lo vendí, pero contra toda expectativa ese día conocí a una de las personas más importantes en mi vida. Un amigo Legendario que a la fecha es de las más grandes bendiciones que tengo.
Feliz cumpleaños, Pablito. Y que sigamos celebrándolo por mucho tiempo más.
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