Realmente me agobiaba mucho el escribir algo en la Citadel antes de que terminara el año. El poner algún tipo de post de despedida para el 2008 o simplemente hacer uno de esos textos en los que seguramente me terminaría quejando.
Pero no fue así.
Y vaya, no es que no haya querido y definitivamente no fue falta de tiempo, pues afortunadamente estas dos semanas han estado llenas de mucho descanso, mental y espiritual por lo menos. Quizá no me dieron ganas de salir con la misma cantaleta de los últimos meses. Quizá no tenía nada interesante qué decir. O tal vez, sencillamente, he tenido la mente en otras cosas, en lugares inesperados.
Sea como sea, ya pasó. Sí, hubieron muchas cosas muy malas y varios cambios de planes. Hubo desvelos, confusión y muchas batallas perdidas. Pero la moraleja al final del día, es que hay muchísimas cosas maravillosas que siguen estando en mi vida y además una enorme serie de retos y proyectos nuevos que me tienen con los ojos iluminados otra vez. Aplausos. Nuevos ciclos.
Gente inimaginable.
Sueños, que si bien siempre han sido una parte fundamental de mi ser, hoy se antojan más posibles, cercanos... valiosos.
Y sobre todo, una renovada necesidad por encontrarme a mí mismo. Por hallar de nuevo mi pasión y seguir a mi corazón hasta las últimas concecuencias.
Sí, es algo complicado, incluso atemorizante pero, ¿qué clase de Green Lantern sería yo, si me dejara abrumar por el miedo?
En fin niños y niñas, quizá lo que más ganas tenía de decirles es que deseo con toda el alma que este 2009 que aún está nuevecito, sea un gran año para todos ustedes. Una etapa llena de luz, de dicha, de retos y satisfacciones. Un año lleno de magia que los haga volar y alcanzar sus más grandes anhelos.
Mil gracias por estar y por ser. ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO AMIGOS!!!
Los quiero.
